Gracias a su avanzada tecnología, el láser provoca un efecto térmico controlado que elimina las infecciones micóticas de las uñas de manera eficaz.
Para tratar la onicomicosis, se aplica el haz láser sobre las uñas infectadas y la piel que las rodea, alternando pases horizontales y verticales y repitiendo el procedimiento varias veces, para que no quede ninguna zona sin tratar.
La energía de los pulsos de luz láser penetra a través de la uña, elevando rápidamente la temperatura de los microorganismos y alcanzando a los hongos más profundos, sin causar daños en el tejido circundante. La duración media de cada sesión es de unos 15 minutos, dependiendo del número de dedos afectados.
EVOLUCIÓN TRAS EL TRATAMIENTO LÁSER