Unas de las lesiones más frecuentes en el pie son las durezas y callosidades. Para eliminarlas el podólogo utiliza material desechable y estéril, evitando así contagios de enfermedades.
Para el tratamiento de las callosidades, no es necesario anestesiar la zona a tratar, ya que su eliminación es indolora.
Para evitar su reaparición, será necesario actuar sobre las causas que las producen: zapatos inadecuados, malformaciones óseas, alteraciones biomecánicas, sequedad,...